EDITORIAL

 

NUMERO UNO : EL GRAN ESCAPE


Seguro que alguna vez te preguntaste si sabés escribir. ¿Alguna vez te pusiste a pensar en eso? ¿Y el puchero? ¿Sabés hacer puchero? 

Estas dos actividades son más parecidas de lo que podríamos suponer a simple vista, escribir es una práctica extraña: todos sabemos escribir y todos pensamos que no sabemos escribir. ¿Hay una receta? Sí y no. Hacer un puchero es lo más parecido que hay a escribir, se hace con lo que hay y también con lo que sabemos, en fin, con lo que somos.

Sí buscamos “receta de pucheros” nos vamos a encontrar con miles, pero en los hechos es un saber hacer que se va generando con elementos sencillos. La receta escrita no termina de expresar plenamente lo que es un puchero. A primera lectura, parece un conjunto de ingredientes hervidos y ya. En un descuido alguien podría decir que es un menjunje improvisado, hasta se podría pensar que el resultado no podría ser otra cosa que un plato bastante desabrido ¡Nada más lejos de la realidad! Lo que pasa es que el puchero no es una comida presumida. Su destinatario no es un comensal versado, y no porque un paladar experto sea incapaz de degustar un buen puchero, en todo caso, porque no es un plato pretencioso, está al alcance de cualquiera, incluso de principiantes. 


Como la escritura, se hace para saborear, con la picardía de probar cada tanto cómo está, por eso lleva tiempo y paciencia. 

Nos conecta con tradiciones populares que se pasaron de boca en boca, de mano en mano, de plato a papel, de cuchara a lápiz y de ahí nos alimentamos. 


Como cada puchero ensaya su receta, nuestra revista es para quien tenga ganas de  leer pero también escribir, queremos que sea un lugar donde se experimenta y se invita a experimentar. Porque sabemos que la gracia está, a fin de cuentas, en disfrutarlo en compañía.  Por eso es también un taller, un lugar de encuentro, como una mesa, una fogata, una olla en el medio del barrio.

Como somos una revista colectiva rompemos el mandato de la cocina gourmet: ¡Todas hacemos todo! Eso sí, nos vamos turnando. Muchas manos en un plato hacen mucho garabato y así debe ser. 
Nuestra revista, como el plato puchero, busca ser versátil. Hay de todo, es diversa, abundante y con cada ingrediente sumamos un sabor más a ese caldito que nos reconforta.  
"Puchero" esta echa con lo que tenemos, con lo que somos. Bienvenidos los cocineros y los comensales, desde los que quieran aportar sus condimentos hasta los que apetezcan mojar su pancito en este guiso colectivo.
  



Comentarios

  1. Clap clap clap, aplausos. Qué loco que a algunos genios no les gusten los aplausos.
    Punto y aparte. A mi encantan. Me re cabe empezar a conocerlos Pucheros!

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